En lugar de hacer una inversión para el rediseño de tu web cada varios años, el Growth Driven Design propone una construcción dinámica del sitio al que se le implementarán mejoras de manera continuada mediante un proceso cíclico de plan, testeo, aplicación y difusión. Este modo de trabajo evita los riesgos implícitos en el diseño web tradicional y produce un aumento en la mejora del rendimiento de la web.
Se trate de un sitio nuevo o un rediseño, esta metodología te ayudará a ahorrar tiempos y recursos. A través del Growth Driven Design, puedes implementar cambios progresivos por fases, testeándolos en vivo y haciendo cambios sobre la marcha para tener una web siempre actualizada.
El Growth-Driven Design es una forma más inteligente y rentable de diseñar páginas web.
De esta manera, el GDD logra generar un impacto real y constante para que el nivel de satisfacción del usuario con la tecnología empleada por tu empresa sea siempre alto, eliminando así el riesgo que conlleva el rediseño de tu sitio.
Lo más preocupante del proceso de diseño web tradicional es que después de todo el tiempo, recursos y dinero que has invertido en tu nuevo sitio web no hay manera de saber que está listo para ser lanzado o es la mejor versión de la web posible. Esto pasa porque el proceso no contempla testeo ni mejora continua. Sólo hacia el final podrás ver un resultado total que puede ser exitoso… o no.
Además, la vida útil de un sitio web hecho bajo premisas antiguas es muy limitada. Si tu sitio web no se puede adaptar a los cambios, tan frecuentes en la industria hoy en día, entonces está condenado a fracasar. En Internet hay un cementerio especial para los cientos de páginas web que no pasaron la prueba del “update” a tiempo.
El Growth Driven Design es una fusión entre el rediseño de un sitio y la consecución de objetivos de marketing. Logra minimizar los riesgos del diseño tradicional de páginas web a través de un enfoque sistemático que acorta el tiempo de lanzamiento de la web centrándose en el impacto real y el aprendizaje y mejora continuos.
El Growth Driven Design tiene tres etapas: estrategia, plataforma de lanzamiento y mejora continua.
La primera es una especie de pre-producción en la que se establece la estrategia del proyecto y se hace una lista de deseos.
En la segunda fase se diseña el prototipo inicial de la web o las secciones a refrescar, con un “producto mínimo viable” que va a testearse.
La tercera fase es el diseño iterativo a través de un proceso circular de mejora continua. Tu sitio, siempre en línea, recopila data sobre cómo interactúan con él los buyer personas y, en función de esto, se hacen mejoras concretas.
Usualmente este ciclo dura once meses posteriores al lanzamiento del prototipo para considerar que estamos en estado óptimo, pero las mejoras continuas no las abandonamos nunca.
El Growth Driven Design reduce las frustraciones, te guía hacia resultados óptimos gracias al uso de data, y ayuda a mejorar los procesos de toda la compañía a través de los valiosos insights que se obtienen directamente de las audiencias en las fases de testeo.
En la primera fase es importante definir desde un inicio los objetivos que guiarán todo el proceso y el público al que quieres llegar.
Posteriormente, debes explorar cómo llegan los usuarios a tu página web y por qué, para evaluar y determinar cómo puedes mejorar la experiencia de usuario; otro aspecto interesante a investigar es qué dispositivos usa tu público y en qué momentos.
El último paso de esta fase es crear una “lista de deseos”, que enumerará los aspectos que tu público y tú consideréis que se pueden mejorar en tu sitio web.
Con todo esto determinado, puedes trabajar en el diseño como si fuera el proceso tradicional, creando contenido, programando, etc. El resultado final será una plataforma de lanzamiento con los elementos básicos, es decir, un punto de partida.
Tras esta primera fase, lo que debes hacer es comprometerte a un proceso de aprendizaje y mejoras continuas para que el sitio funcione de manera eficiente.
Llevaras a cabo un ciclo en el que vayas implementando los elementos de tu lista de deseos y analices los datos obtenidos, todo en función de los objetivos que plateaste en la fase 1.
Decimos que es un ciclo porque planearás las tareas que llevarás a cabo para actualizar tu web en determinados momentos, desarrollarlas, analizar sus resultados y comunicarlos a la empresa para posteriormente volver a comenzar el proceso con otras tareas.
Si te has quedado con ganas de más y quieres saber más sobre las posibilidades de la aplicación del Growth-Driven Design a tu web, échale un ojo a nuestra Guía de diseño web. Te dejamos otros contenidos que pueden interesarte:
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